El MDMA parece ser lo más efectivo para acabar con el estrés post-traumático,
los veteranos de guerra podrían hacer que se permita el uso médico de esta
sustancia cuyo diseño original tiene que ver con la empatía y la terapia
emocional.Antes de que el MDMA fuera llamado éxtasis como marketing
callejero por los "dealers", su nombre, revela Bruce Eisner, iba a ser "empatía"
(algunas personas clasifican este tipo de drogas como empatógenos). Algunos de
los primeros estudios científicos antes de que se prohibiera el MDMA eran
encauzados a la terapia, particularmente entre parejas ("la droga del amor":
creando un espacio de calor y luz emocional, seguida de la posibilidad del
éxtasis). Después se interrumpió el estudio científico como sucede cuando las
drogas se vuelven ilegales.Estrés post-traumático
Pero ahora, en un esbozo de renacimiento del estudio
de las drogas psicodélicas, se contempla utilizar el MDMA para tratar el
trastorno de estrés post-traumático (PTSD, por sus siglas en inglés),
particularmente en veteranos de guerra. Un estudio publicado en el Journal of
Psychopharmacology mostró que el 80% de personas que padecían PTSD, después de
tomar MDMA y recibir terapia dejaron de cumplir con el criterio de este
trastorno, mientras sólo el 25% de los que no tomaron MDMA y sí recibieron
terapia pudieron superar el trastorno.Según el estudio, lo que hace el
MDMA es proveer una experiencia de lo que se siente la vida sin los efectos del
trauma. En este estado un aprendizaje puede ocurrir, una asimilación, una
reconciliación. El sistema político que conduce guerras como Afganistán o Irak
(en el caso de Afganistán apropiándose de los canales del opio) negaba
rotundamente el uso de este tipo de drogas psicoactivas, pero ahora hay
tantos soldados padeciendo traumas por estas experiencias que el MDMA podría ser
permitido para uso médico. De los raves a las oficinas de terapia.
El hombre que consumió 40 mil
pastillas de extásisEl hombre que más MDMA ha consumido en la
historia, Mr A llegaba a tomar 25 pastillas al día, ahora sufre las
consecuencias de su “juventud en éxtasis”Doctores de la Universidad de
Londres han dado a conocer detalles de lo que creen es la más grande cantidad de
éxtasis consumido por un hombre. El reporte médico revela que esta persona
consumió cerca de 40 mil pastillas de MDMA (como si la luna se cayera en
pedazos) en un periodo de 9 años, o sea cerca de 10 al día, algo impresionante,
para este hombre la vida seguramente fue una montaña rusa de emociones, entre
espectros e ilusiones de profunda felicidad y tristeza mutantes. Parafraseando
la novela de superación personal de bolsillo, este hombre de los 21 a los 30
años tuvo una "juventud en éxtasis", que ciertamente no fue inocua.
Aunque esta persona dejo de consumir drogas hace 7
años, ahora tiene 37, aún sufre variados efectos secundarios, incluyendo
extremas lagunas de memoria, paranoia, alucinaciones y depresión. También padece
una dolorosa rigidez muscular en el cuello y en la mandíbula que a veces le
impide abrir la boca.
El hombre conocido como Mr. A (mejor hubiera sido Mr.
E o Mr. M) en la publicación Pyschosomatics, al principio solo tomaba 5
pastillas a la semana, pero gradualmente escaló de 3 a 5 al día. Es su pico
llegó a consumir 25 pastillas al día, no se dice cómo lograba pagar su hábito
(siendo que difícilmente podría haber ido a trabajar y si sí nos gustaría
conocer esa oficina). Después de colapsarse en un par de fiestas, Mr. A dejó de
consumir extásis pero durante los meses subsiguientes todavía se sentía bajo los
efectos de la sustancia.
Hay que considerar la posibilidad de que este caso
haya sido exagerado por parte de la comunidad médica para sentar un ejemplo que
aleje a la gente de las drogas, posiblemente "inflando" los efectos secundarios
de esta sustancia. En un principio el MDMA iba a ser llamado "empatía", por su
capacidad de formar rapport entre las personas que lo consumen, sensibilizados a
las señales del cuerpo y con una tendencia casi telepática a conectarse. Pero
debido a que este nombre para la calle no era tan atractivo se le llamó éxtasis.
Tal vez desde momento esta sustancia selló su destino de incomprensión y
abuso.
El MDMA tiene un gran potencial terapéutico,
capaz de salvar relaciones o llevarlas a una profundidad insospechada, pero
visto como un mero recurso para obtener éxtasis fácilmente sin una fundación
mental sólida, llega a ser justamente su reverso, al alterar la producción
natural de serotonina, una puerta al mundo sublunar de la depresión. Si acaso
Mr. A nos deja la lección de que no debemos despilfarrar nuestro éxtasis, aunque
como diría Robert Anton Wilson, cada hombre tira la sustancia que ama.
Fuentes
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