Las eyecciones son enormes nubes de plasma solar que viajan por el espacio y alcanzan los 5.000.000 de kilómetros por hora. Si estas nubes llegaran a la Tierra, podrían causar estragos en el planeta y provocar alteraciones en las señales de GPS y las comunicaciones de radio y redes de energía, alerta la NASA.
La llamarada solar se produce 24 horas después de una tormenta solar que tuvo lugar a las 01.50 horas del lunes y que alcanzó una intensidad de M-5. Al ser menor la intensidad de la explosión, la eyección viajó a menos de 1,2 millones de kilómetros por hora, por lo que, aunque golpeara el campo magnético de la Tierra, "no hubiera causado mucho daño, pero por si acaso hay que estar alerta por otras posibles erupciones.", según la agencia espacial estadounidense.