" Las tres grandes incógnitas del conocimiento son el origen del universo, el origen de la vida y la mente humana"






sábado, 26 de noviembre de 2011

La evolución de la vida y la inteligencia, dependiente de lo que sucede en la galaxia.

Puede que la vida inteligente más allá de la Tierra no sea una esperanza tan tenue como creen muchos científicos, de acuerdo con un nuevo estudio que desafía al extendido argumento anti-extraterrestres sostenido antes
Muchos escépticos acuden a la idea conocida como principio antrópico que afirma que debe ser muy rara la inteligencia extraterrestre debido a que el tiempo que requiere la vida inteligente para evolucionar es, en promedio, mucho mayor que la fracción de existencia de una estrella que resulta adecuada para la vida.
Pero ahora el astrobiólogo Milan M. Cirkovic y sus colegas han encontrado una falla en este razonamiento.
El principio antrópico, propuesto por el astrofísico Brandon Carter en 1983, continuando su trabajo pionero sobre los principios antrópicos de la década del 70, se basa en la asunción de que las dos escalas temporales —el ciclo de vida de una estrella y el tiempo que requiere la evolución de criaturas vivas e inteligentes— son por completo independientes. Si esto es cierto, argumenta Carter, es extremadamente improbable que estas dos “ventanas” de probabilidad duren más o menos la misma cantidad de tiempo, y que se den simultáneamente.
Pero Cirkovic afirma que este modo de pensar quedó anticuado. De hecho, dice que las escalas temporales relevantes no son independientes; están profundamente entrelazadas. “Hay muchas modos diferentes en los que los planetas de nuestro Sistema Solar no están aislados”, dijo Cirkovic. “No debemos considerar a los planetas habitables como una caja cerrada. Si se abandona la suposición de independencia, se tiene entonces un completo ambiente nuevo en el cual se pueden configurar varios modelos de desarrollo astrobiológico”.
Cirkovic señala que los posibles sucesos en el ambiente astrofísico de la estrella que pueden influir en el entorno biológico de un planeta son los estallidos de rayos gamma, las supernovas cercanas y las perturbaciones en las nubes de cometas. Por ejemplo, cuando una estrella se mueve a través de uno de los densos brazos espirales de la Vía Láctea, su propio desarrollo y el de sus planetas se puede ver interrumpido por los niveles mayores de radiación electromagnética interestelar y rayos cósmicos, debido a la mayor frecuencia de regiones de formación estelar y de explosiones de supernova.
Todas estas conexiones se unen para descartar la independencia sugerida por Carter, y conecta la vida de una estrella con la evolución de la vida de un planeta, defiende Cirkovic.

1 comentario:

  1. mediante el telescopio espacial Spitzer se ha relevado que nuestra galaxia en vez de tener cuatro brazos espirales solamente tiene dos!!

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