" Las tres grandes incógnitas del conocimiento son el origen del universo, el origen de la vida y la mente humana"






jueves, 22 de marzo de 2012

Sobrepeso aparece en cuarta parte de los niños de 3 a 5 años

Esa cucharadita de más por si se ha quedado con hambre es uno de los principales errores que cometen los padres en la alimentación de los más pequeños. Y ese error puede estar en el origen de que los bebés engorden demasiado y de que una cuarta parte de los niños de 3 a 5 años estudiados en Badalona ya presenten problemas de sobrepeso (16,9%) y obesidad (8,3%).
"Los niños tienen una capacidad innata de autorregulación energética", asegura Santi Gómez, responsable del área de evaluación del programa Thao de salud infantil, fundación que ahora pone en marcha en Badalona unos talleres para sesenta familias para entrenarles en una alimentación saludable, mejorar el vínculo afectivo de los padres con los críos y estimular la actividad física.
Los cursos también irán dirigidos a profesionales de guarderías y de centros de salud. Pero a los padres sobre todo les quieren enseñar por qué no hay que dar ni una cucharadita de más por si se queda con hambre. Esa costumbre rompe la autorregulación innata en el bebé que le permite saber perfectamente cuando tiene hambre y cuando está saciado. "Y puede ser una pérdida de por vida", advierte el experto. Les enseñarán de manera práctica a identificar las señales de hambre, saciedad, molestia, a distinguir llantos… Parece que deba ser un conocimiento natural para los padres y que sea algo extraño necesitar un taller, "pero lo cierto es que algo habrá que corregir antes de los 3 años si, como hemos comprobado en un estudio con 2.187 escolares de Badalona de 3 a 5 años, ya hay un 25% de niños con problemas de peso y en conjunto antes de los 12 años el problema alcanza al 35,4%", indica Santi Gómez.
Otra de las enseñanzas básicas será comprender que todos los humanos sienten fobia a los nuevos alimentos. Es un mecanismo innato de rechazo que en origen debe proteger frente a los tóxicos, pero introducir los nuevos alimentos es cuestión de constancia. Cuando se repite ese nuevo sabor o esa nueva textura, el bebé lo incorpora con naturalidad al cabo de poco tiempo. "Sólo hay que insistir –explica Santi Gómez–, y evitar siempre el hacer caso al rechazo inicial de las verduras, el pescado, el alimento que toque introducir en cada momento, y no darle a cambio algo azucarado, mucho más placentero y más fácil de aceptar".
Estos dos fallos habituales tienen una influencia clara en la prevención del sobrepeso, según aseguran los promotores de esta reeducación. Por eso se quieren concentrar en ellos y en mejorar el vínculo, la comunicación de los padres con los pequeños. La idea de la Fundación Thao es que a partir de esos talleres a padres y a profesionales, el conocimiento se extienda. Estos en concreto que se llevarán a cabo en Badalona en los próximos dos meses están financiados por una aseguradora (DKW).
La Fundación Thao desde hace años actúa en colaboración con municipios de toda España (78) en la promoción de hábitos saludables. Su programa se concentra en fomentar entre los niños y niñas una alimentación variada y equilibrada, actividad física regular, asegurar el descanso y ser más competentes en las relaciones sociales.
"La actividad física es también una tarea pendiente en los hogares de niños pequeños, por el mismo impulso por el que se da la cucharadita de más los llevamos en la sillita aunque puedan ir caminando, mucho más saludable", apunta el experto.

2 comentarios:

  1. Está claro que los niños actúan y tienen los hábitos que en su entorno familiar ha visto desde que tenía uso de razón o incluso anteriormente. Al incrementar la ingesta de alimentos en bebés estamos creándoles un estomágo más grande ya que sabemos que el estómago es un músculo que se ensancha y vicebersa en el caso de que recortáramos alimentos. El caso de la obesidad en la juventud no es simplemente debido a una consumición algo más grande de lo normal sino también porque todos los jóvenes comemos por la vista y por desgracia la mayoría de los alimentos que mejor pinta tienen son los que tienen un alto contenido en grasas, azúcares y colesterol. Además para incrementar el riesgo a la obesidad ha sucedido otra cosa; la práctica de ejercicio cada vez es mucho mas reducida debido a que antes la gente salía a la calle para jugar o dar una vuelta con los amigos al parque y así pasar la tarde, actualmente no, los niños se quedan en casa viendo la televisión, jugando a la play station o enreando en el ordenador. Los padres como responsables y tutores de los niños deben enseñarles a probar todo tipo de alimentos y la ingesta de los más calóricos hacerles entender que son como placeres o premios que no se puede dar todos los dias, además potenciarles el deporte no con salir a la calle si no quieren sino , haciendoles ver que sin que se den cuenta puede hacer ejercicio en casa como es por ejemplo en el caso de la wii sport.

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  2. Comentado por Tania Pachón Nieto (1ºA):
    • En función de la grasa corporal podríamos definir como sujetos obesos a aquellos que
    presentan porcentajes de grasa corporal por encima de los valores considerados
    normales, que son del 10 al 20% en los varones y del 20 al 30% en las mujeres
    adultas
    1
    .
    • El peso corporal se correlaciona directamente con la grasa corporal total, de manera que
    resulta un parámetro adecuado para cuantificar el grado de obesidad.
    • En la práctica clínica es la primera herramienta utilizada para valorar el grado de
    sobrepeso, utilizando para ello:
    a) Tablas de peso: tienen en cuenta sexo, talla, raza y constitución física. Se basan
    en la observación de diferencias notorias del riesgo de mortalidad entre grupos de
    individuos obesos con respecto a individuos de " peso deseable" para su edad y sexo.
    Como inconveniente, las tablas fueron confeccionadas para evaluar mortalidad y no
    morbilidad, y por otro lado no pueden ser extrapoladas de una población a otra.
    b) Índices: el más comúnmente usado es el índice de masa corporal (IMC ). Aunque
    no es un excelente indicador de adiposidad en individuos musculazos como
    deportistas y ancianos, es el índice utilizado por la mayoría de estudio
    epidemiológicos y el recomendado por diversas sociedades médicas y organizaciones
    de salud internacional para el uso clínico, dada su reproducibilidad, facilidad de
    utilización y capacidad de reflejar la adiposidad en la mayoría de la población

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