" Las tres grandes incógnitas del conocimiento son el origen del universo, el origen de la vida y la mente humana"






viernes, 14 de enero de 2011

El caso de la ‘niña’ Brooke Greenberg. Esta familia tiene el secreto de la eterna juventud

Parece una familia cualquiera, pero no lo es. Brooke Greenberg está a punto de cumplir los 18 años, aunque su mente y su cuerpo siguen siendo los de un bebé. Un extraño caso médico de falta de envejecimiento que ha dado la vuelta al mundo y que puede revolucionar la curación de cientos de enfermedades.

Richard Walker, profesor de medicina jubilado y especialista en biología del envejecimiento, se enteró de la existencia de Brooke en 2005. «Desde el primer momento entendí que tenía una mutación única en los genes que son la clave para controlar el desarrollo y el envejecimiento», dice. Walker contactó con los Greenberg y convenció al padre para que le permitiera tomar una muestra sanguínea de Brooke para estudiar su estructura genética. Walker analizó los denominados ‘telómeros’, los extremos de los cromosomas, cuya longitud ofrece información sobre la edad de las células.

En condiciones normales, un programa genético cuidadosamente orquestado posibilita que una minúscula célula embrionaria crezca hasta convertirse en el cuerpo de un adulto. Pero cuando dicho plan maestro presenta deficiencias, la maravilla del crecimiento entra en barrena. Walker cree que esto es lo que ha sucedido con Brooke. Los genes que desempeñan un papel importante en el desarrollo físico se muestran inactivos o defectuosos. «Si identificamos esos genes, es posible que comprendamos el desarrollo y el subsiguiente envejecimiento del organismo», dice el científico.

«El envejecimiento tiene lugar cuando los genes del desarrollo simplemente se quedan sin información significativa y, en consecuencia, empiezan a provocar el caos», concluye Walker. Su proyecto es simple: ponerle fin a la actuación de los genes controladores del desarrollo. Lo que, a su juicio, pondría fin al proceso de envejecimiento. Si Walker está en lo cierto, las consecuencias pueden ser espectaculares. Un organismo así manipulado dejaría de transformarse; tan sólo llevaría a cabo labores de reparación. La vida eterna estaría al alcance de la mano. Pero ¿y las consecuencias para la sociedad? Walker vacila un momento y contesta: «Éstas son cuestiones éticas, que no científicas>>.

Logran revertir determinados efectos del envejecimiento en ratones

La conclusión de un estudio publicado en Nature apunta a que las estrategias que permiten el correcto mantenimiento de los telómeros, podrían detener e incluso revertir la degeneración de los tejidos relacionados con el envejecimiento.

Como se había demostrado anteriormente, los ratones que carecen de telomerasa experimentan atrofia progresiva de sus tejidos. En este trabajo se ha comprobado que si se les suministraba a los ratones con telomerasa inactiva el fármaco 4-hidroxitamoxifeno, ésta se reactivaba temporalmente, permitiendo la reparación de los telómeros, revirtiendo la degeneración de diversos tejidos.

El estudio sugiere que si se lograra activar el mecanismo adecuado, los órganos deteriorados por el tiempo podrían ser capaces de recuperar su funcionamiento inicial. El cualquier caso, el grupo advirtió de que, aunque no se observó la aparición de tumores, la reactivación prolongada de telomerasa podría llegar a provocar cáncer.

Fuentes:

http://genetica.diariomedico.com/2010/12/03/area-cientifica/especialidades/genetica/logran-revertir-determinados-efectos-del-envejecimiento-en-ratones

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